Según un estudio de paleogenética esa “serendipia” tuvo lugar en los tiempos en que el ancestro común de humanos bajó de los árboles.
Cuando la fruta está pasada contiene tanto etanol como la cerveza. Ya hace unos años, se estudió la composición alcohólica de un fruto propio de las selvas americanas y se comprobó que llegaba al 8%.
La metabolización del alcohol presente en las frutas llevó a sugerir que el cambio enzimático supuso una ventaja para los humanos y sus antecesores.
A entrada é moi interesante, pero creo que ti podes redactar mellor. Expoñendo as túas ideas con orde. Faltan ligazóns. Ánimo!
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