La anorexia entre los hombre es minoritaria y pasa más inadvertida que entre las mujeres. En la anorexia masculina, hay diferentes estrategias para perder peso, como por ejemplo la obsesión por el ejercicio o el abuso de las drogas. Los afectados de ambos sexos comparten el mismo terror por ganar peso.
En la primera fase de terapia para curar la enfermedad se trata de conseguir que el paciente recupere una ingesta saludable y deje de comer en función de cómo se siente emocionalmente.
En términos generales, dos tercios de los enfermos se recuperan, para lo que necesitan un largo tratamiento de entre tres y cinco años. El tercio restante sigue con algún tipo de síntomas y en el 5% de los casos, la enfermedad se cronifica. Estos números se mantienen por igual entre hombres y mujeres.
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